Photo: Alex Desan 2005 , Helene Buny & Sandrine Ladegaillere
En Santa Ana conseguimos todo: alimento, agua, descanso, historias que emanan de David Zapana y su esposa doña Gabriela... y los animales que llevarán nuestra carga por los 25 kilómetros hacia nuestro próximo destino: Valle Colorado.
El sendero cubierto de lozas de piedra se remonta al período Incaico tardío, y permitía el comercio entre el imperio del Cuzco y los "hombres de la neblina de las palabras inspiradas" o tribus guaraníticas que habitaban la selva de montaña. El trueque era realizado fundamentalmente intercambiando fibras, cueros y sal a cambio de semillas de "Cebil", material que luego de un proceso de acondicionamiento era administrado por el curaca para los rituales.
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